Un Principio Muy Ignorado, Ivan Baker
Reunión de Enseñanza – 8-12-1980 – I. M. Baker Introducción: Como responsables de la grey tenemos la responsabilidad no solo de enseñar sino de corregir y “velar sobre todo el rebaño” para que las cosas flojas que observamos en la conducta, en la relación o en la vida de los hermanos, sean corregidos. El punto flojo que quisiera señalar es en cuanto a la aplicación del mandamiento del Señor en Mateo 18.15-17
1.- La buena práctica de Mateo 18 constituye el elemento más poderoso que el Señor nos ha dado para edificar la iglesia en santidad.
2.- Estos son algunos de sus beneficios:
A. Nos ayuda en nuestra relación para evitar que se multipliquen problemas y descensiones.
B. Pondrá de manifiesto áreas en nuestra vida que el Espíritu quiere curar y transformar.
C. Nos conserva en santidad, unidad y humildad.
3.- La versión Reina Valera 1960 limita el mandamiento a los casos cuando alguien peca contra nosotros: “Si alguno peca contra ti…” Pero en la versión de la Biblia de Jerusalén, que parece ser una mejor traducción, no presenta esa limitación. Ella dice: “Si tu hermano llega a pecar vete y repréndele…” . Esto hace que Dios nos coloque en la responsabilidad de reprender toda vez que vemos a nuestro hermano peca, sea contra nosotros o no.
4.- Dios quiere conservar su Iglesia en santidad y para esto, ha dado responsabilidad a cada uno de sus miembros.
5.- Debemos tener en cuenta la condición fundamental: “…ESTANDO TU Y ÉL SOLOS.” Esto da al hermano la oportunidad de:
A. Explicar su situación. Muchas veces hay malos entendidos. Debe tener oportunidad de hacer sus descargos.
B. Es redargüido y se arrepiente. Hemos “ganado al hermano”. En todo este proceso el asunto quedó en el conocimiento de dos y se solucionó sin que otros, sin causa, sean enterados.
6.- Mateo 18 presenta un mandamiento y no una cuestión opcional. Debemos actuar en amor, pero sin considerar nuestros sentimientos. Dios quiere quitar el pecado y santificar la Iglesia.
7.- Para tal ejercicio necesitamos integridad. Debemos desarrollar un verdadero carácter de hermanos llenos de solicitud y amor hacia nuestros hermanos, cuidando que nuestros labios se usen solo en la manera que el Señor nos ha enseñado.