Somos una nación de sacerdotes, y nuestra principal función es la de intercesores. Cristo mismo está a la diestra del Padre intercediendo. Esta función no es optativa, no es un ministerio especial para algunos, no le pertenece a un grupo de “intercesores” sino que es la función básica de cada discípulo de Jesucristo. Dios le da la habilidad a la Iglesia de mover al cielo por medio de la intercesión. El Señor ve la realidad del mundo y espera que sus hijos “se paren en la brecha”, como moisés lo hizo varias veces cuando Dios estaba por ejercer justicia en el pueblo de Israel. Un audio imperdible. 27/5/2012.
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