Mensaje de Ivan Baker de los años 70 en el que muestra como la revelación del propósito eterno de Dios modificó su entendimiento de lo que era la salvación. En este contexto plantea la pregunta: ¿cuál es la meta y como alcanzarla? y la necesidad de que el proceso de discipulado se haga solamente después que alguien haya entrado por la puerta del reino, naciendo de nuevo y recibiendo un nuevo corazón. Hace un llamado a valorar el sacerdocio de los santos en el trabajo de edificación, partiendo de la autoridad de Cristo, Cabeza de la Iglesia. Cristo ya reina, su reino no es un reino futuro, sino que ya gobierna con todo poder sobre la Iglesia. Sin embargo, la obra ya realizada por Cristo es insuficiente sin el trabajo de comunicación del kerigma y didaké de la palabra de Dios por medio de la Iglesia. La declaración del Kerigma y DIdaké no es suficiente, sino que precisamos hacer un seguimiento de cómo los hermanos ponen en práctica la enseñanza.

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